Montussan, Región de Aquitania, Francia,
medianoche y pico del 29 de septiembre de 2000 y trece.
Llueve una lluvia
como de lágrimas de niños
sobre este pedazo
de la campiña de Aquitania.
Con mi recuerdo recurrente en estos tiempos, del niño que soñaba el adulto que sería-soy (por la cuesta abajo -exclusivamente económica- constante y sin la certeza de haber alcanzado el fondo).
¿Dónde están los hombres que soñábamos nos convertiríamos?
¿Y el que soñé yo?:
¿Y el que soñé yo?:
-Futbolista campeón de la Copa del Mundo,
-Bombero salvavidas
de gatos de copas de árbol,
-Maestro de mi clase,
-O una persona muy parecida a papá
con casa, mamá y niños
-creo que mi padre
fue
el primer héroe que quise ser.
Tiempos aciagos o tal vez no estaba predestinado, pero aún así, soy feliz con mi vida. Eso es lo más importante y ya que tengo este espacio dejo constancia escrita. Y lo reescribo y me lo repito en voz alta mientras lo hago: SOY FELIZ CON MI VIDA: Mi alma despierta luchando y trabajando por un mundo diferente, la música que escucho y la que creo con mi alma despierta, despierta, despierta, luchando, luchando, luchando, la poesía que escribo y la literatura que leo, mis pasiones y todo aquello que me conforma.
Llueve a medianoche una lluvia
como de lágrimas de niño
por un adulto que no está.
Llueve
sobre un pedazo de tierra con viñas
un coro de niños
por los adultos perdidos.
Y lloran como lluvia
sobre estos países que no son los nuestros
y nos dan trabajo y casa (no hogar)
a la espera
de que escampe esa otra lluvia sobre nuestras cabezas
que nos niega futuro y dignidad
-porvenir no queda-...
continuará...
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